Con una gran marcha pública donde confluirán trabajadoras, estudiantes, campesinas, indígenas, empleadas públicas, profesionales, artistas y movimiento feminista, se conmemoró el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha emblemática que recuerda las históricas luchas sociales de las mujeres por conquistar sus derechos. Su lema será: Nosotras Exigimos, Unidas Decidimos.
Este acto de articulación de las distintas reivindicaciones de las mujeres, se realizará el domingo 8 de marzo, a partir de las 10.30 hrs., iniciándose la marcha en la Estación Central hasta llegar al Paseo Bulnes, donde se levantará un escenario. Allí se dieron a conocer las principales y urgentes demandas de las mujeres frente al Estado chileno, al que acusan de no garantizar ni reconocer sus derechos humanos y ciudadanía. Su mensaje es que esta democracia está en deuda con las mujeres, y debe saldarla ¡ya!
El planteamiento central de esta Coordinadora 8 de Marzo, que engloba a las distintas vertientes del movimiento de mujeres y trabajadoras, es que la discriminación, la exclusión y la violencia caracterizan la vida cotidiana de las mujeres, impidiéndoles alcanzar los beneficios de un desarrollo con rostro humano. Más aun, reconociendo el grave impacto social que la crisis neoliberal está provocando en el mundo entero y de la cual Chile no está libre, rechazan enérgicamente pagar sus costos.
Su declaración pública señala, al respecto, que esta discriminación afecta su acceso al trabajo, a la educación, a la salud, a la protección social, a la participación social y política, a su derecho a vivir libres de violencias y en condiciones de igualdad, todo lo cual condiciona negativamente sus vidas. La pobreza, por ejemplo, afecta desproporcionadamente a las mujeres, en especial porque acceden a trabajos informales, no regulados, sin protección ni seguridad social, ganando un 30% menos que los hombres por un mismo trabajo.
En el ámbito de la salud, en especial la salud sexual y reproductiva, a las mujeres no se les permite que decidan libremente sobre su sexualidad y reproducción, imponiéndoles la maternidad por motivos político demográficos o religiosos, castigando a las mujeres que abortan, y prohibiendo la distribución de la anticoncepción de emergencia en los servicios públicos de salud. También las Isapres las discriminan cuando les hacen pagar un costo mayor por sus planes de salud a raíz de su función reproductiva, lo cual es una grave desigualdad de acceso.
La violencia contra las mujeres, incluyendo su expresión máxima que es el femicidio, es otra muestra de que los derechos humanos de las mujeres no se respetan ni se garantizan en esta democracia actual, puesto que las leyes han sido ineficaces para ponerle un fin y no hay un rechazo social activo frente al maltrato contra las mujeres.
Esta articulación de voces de mujeres diversas se propone impulsar acciones concertadas frente a quienes ostentan y buscan el poder, para exigirles respuestas concretas e inmediatas para poner fin a estas y muchas otras discriminaciones que persisten en la sociedad chilena y que el Estado se ha negado a abordar.
Contactos para mayores informaciones:
Mujeres Unidas
Marcela Elizabeth
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