Francisco Villa, Piero De Benedictis, Thelmo Aguilar, Raul Acevedo
Escribe: Raul acevedo
Siempre se me hizo largo el camino de Santiago a Valparaíso, pero en esta oportunidad debo reconocer que no me di ni cuenta como fue que ya estábamos entrando por la Avenida Argentina junto a mis buenos amigos Gokú (Claudio Mateluna) y el cantautor chileno Francisco Villa…Todo empieza cuando Pancho hace un ameno intercambio epistolar por Facebook con su amigo, el conocido y querido cantautor trasandino Piero…En medio de esta conversación semi-pública entre Pancho y Piero, ellos se convocaban mutuamente a un encuentro con café y conversa cuando este último viniera al Festival de Viña. Cuando hablan de café y conversa no me puedo resistir, y dado que los contertulios me habían hecho partícipe virtual de aquello con el sistema de “etiquetas” de Face, irrumpo en la conversa consultando si había café como para otro más...
La respuesta no tardó y también se suma el ya mítico Spartakku, Webmaster de la página Perrerac. Al final de aquel día, éramos varios los que planeábamos encontrarnos con Piero alrededor de una taza de café y la buena conversa.Huelgan las presentaciones para Piero…un gran artista que me deslumbró por los sesenta, siendo yo aún un muchacho, con su canción “Mi viejo” y otra que decía …”Tengo la piel cansada de la tarde….” De ahí una sucesión de discos que palmo a palmo fueron convergiendo hacia la canción social, y que definitivamente acompañaron los procesos de desmilitarización en toda America Latina convirtiéndose muchas de esas canciones en “Himnos Libertarios” del mundo hispano parlante.
Ahí estábamos con Pancho y Goku arribando a mi viejo Valparaíso lleno de recuerdos e historias pegadas a las escaleras y casas que cuelgan del cerro…Finalmente por mediación de Jorge Coulon del Inti-Illimani nos encontraríamos en un local llamado “La Piedra Feliz”…Este local es parte de un nuevo paisaje porteño, que dista de aquellos años ochenta en los que habité estas comarcas. Pancho conoce el lugar, pues ha realizado algunos conciertos ahí, y hace algún tiempo es el punto de convergencia de los amantes del Canto en el vecino puerto. Entramos por un enorme portón metálico pintado de blanco e ingresamos a un gran salón que nos conduce a una empinada escala de fierro, tipo caracol, lo que nos introduce en un ambiente inconfundiblemente marítimo…ya pareciéramos ir subiendo hacia el puente del barco a visitar al capitán, y algo de eso hay, pues arriba nos encontramos con nuestros anfitriones…
Diviso a un querido amigo de aquellos años de la Peña del Chileno-Francés; Thelmo Aguilar un gran conocedor del Canto Latinoamericano y sus razones, creador y conductor de programas radiales y televisivos de la V Región…y sorpresa…el Lucas Machuca…viejo amigo y compañero de correrías Achupallinas ochentenas…
La Comisión Juvenil…las peñas del paradero 5 de Achupallas con los Schwenke & Nilo que por entonces eran la Agrupación Matra de Valdivia, El dúo Sol y Lluvia con guitarra de palo y un bombo legüero, formado por Amaro y Charles Labra…de los artistas locales…
El Carlitos Zamora, Heraldo Salas, Victor Sanhueza, El Moro, Toño Suzarte, El Flopy, Daniel Campos, y el Coca Cola (quien después sería rotulado como Raul Acevedo). Los años no pasaron en vano y Lucas hoy es flamante co-propietario del holding “La Piedra Feliz”. Ya dispuestas las mesas y sillas del “Salon Rojo” de la Piedra Feliz llega nuestro hombre, con su sencillez acostumbrada, vestido con jeans y zapatillas, su característico cabello rizado y lentes que dibujan un rostro familiar…El cantautor Piero (Tano para los más cercanos).
Sin mayores introducciones toma posición en el pequeño escenario y nos comienza a relatar los encuentros y desencuentros de aquellos años difíciles, del exilio y el retorno a la Argentina. Todos los procesos son complejos y el fervor y admiración de la afición se convierten en un tema de dimensiones para Piero, lo que hace que en el afán de dar un cauce adecuado a este fenómeno, el cantautor se involucra en un gran movimiento de Solidaridad, que materializó muchas obras como refacción de escuelas…
Al tiempo, Piero algo sobrepasado por todo lo que implicaba estar haciendo presencia en numerosas actividades solidarias, decide canalizar todo en una fundación que tomó un nombre algo así como “Las Buenas Ondas” que a la actualidad ha tenido participación en incontables obras públicas como Colegios y Guarderías Infantiles, superando en cierto modo falencias del Estado. Una increíble labor realizada desde la perspectiva de un artista comprometido con valores que van mucho más allá del mero hecho de ser artista y cultivar su imagen publica. Una realidad absolutamente distinta a lo que hemos podido experimentar por este lado de la cordillera, pues los artistas que regresaron del exilio, rara vez tomaron contacto incluso con sus pares que quedaron al interior, y se limitaron, los más afortunados, a hacer conciertos y a explotar su fama en la televisión, cosa que no prosperó, pues actualmente quienes la llevan en la tele, no son exactamente lo que podríamos definir como artistas vinculados a procesos de cambio social.
Los más connotados grupos y solistas de lo que fue la Nueva Canción Chilena, han seguido desarrollando sus carreras en Giras Internacionales con limitadas apariciones en TV y los conciertos cada vez se reducen más en cuanto al número de espectadores. Sin duda que el gran ganador acá ha sido el imperio de las Transnacionales del Disco…
Nunca se materializó una ley que favoreciera el Desarrollo de la Creación Musical Nacional…Se lavaron las manos con paupérrimos Fondos Concursables que poco y nada han servido para incrementar el caudal creativo y la preservación de nuestro patrimonio inmaterial. De todos los artistas que estuvimos al interior del país en Dictadura, quedó un pequeño grupo de porfiados sobrevivientes, que llevamos largos años buscando el encuentro con nuestro público…Nosotros nos hicimos artistas en una mística absolutamente distinta a la Guerra Mediática y a la Producción de Eventos bajo el signo peso y nuestra candidez y poco manejo con parámetros de mercado, nos llevaron a un anonimato y una precariedad económica que atenta severamente contra la expectativas de subsistencia, de manera que quienes no tienen una pega complementaria, pasamos las de Kiko y Kako para redondear un insuficiente sueldo a fin de mes, sometidos a ambientes sórdidos a veces y más que nada por dignidad, no hemos terminado amenizando borracheras de parroquianos que enfervorizados te piden …Oye weón…cántate una weá mas movida poh!!!
Entonces el relato de Piero más que un ejemplo a seguir, nos llega como una bofetada…no proveniente de nuestro amigo argentino, sino de nuestra triste realidad artístico-cultural, que lejos de haber vinculado a los artistas con la gente, nos disgregó…y no sólo menguando nuestras posibilidades de desarrollo artístico, sino también nos negó la posibilidad de ser actores de un trabajo mancomunado con el pueblo, como esta maravillosa experiencia de Piero, quien al final de su intervención confesó que a estas alturas de la vida, su tendencia es a desprenderse de cosas …de sus propiedades, cuentas corrientes, objetos etc. pues estima que su capital es el cariño y reconocimiento de su público…el ver que ha ayudado a hacer este mundo por el que pasó, un poco mas amable y cordial… los grandes tesoros ya están en su corazón.
Con Pancho le manifestamos ante los presentes nuestro aprecio y cariño a Piero y también el sentimiento de impotencia de no sólo no poder consumar nuestras expectativas artísticas, sino el no poder emular esa gran obra realizada…
Sin embargo lo último que se pierde son las esperanzas e hicimos una renovación de compromiso de seguir a porfía buscando los caminos que nos permitan dar a conocer nuestro trabajo a la mayor cantidad de personas, con quienes no solo esperamos consumar lo fundamental que es la magia de encantar a la gente con nuestra canción, sino que también podamos trascender a ello y quizás tengamos la posibilidad de interactuar con nuestro público para incidir en un mejoramiento de la calidad de vida de Chile, y quien sabe del mundo.
Con la satisfacción de haber estrechado la mano de nuestro amigo Piero, y también la de muchos amigos de Valparaíso que nos vinculan a mejores tiempos, nos despedimos y antes de volver a Santiago nos decimos que a pesar de los pesares debemos seguir trabajando en la construcción de mejores espacios para nuestra canción…buscaremos las redes que nos apoyen, pues sabemos que hay muchos amigos que creen que el legado que nos dejaran Victor y Violeta, es el mismo Canto que hicimos en los ochenta para contrarrestar la Cultura de la Muerte Pinochetista y que construimos con solidaridad y espíritu de cuerpo y no desde una Neoliberal Productora de Eventos.
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