Tatio

Escribe: Dr. Alonso Barros

Abogado y antropólogo

Me ha sorprendido escuchar al rector de la Universidad. F. Santa María, y a académicos de la U de Chile, señalar que la fuga de fluido geotérmico en el Tatio es inofensiva. Vean por ustedes mismos: hay un ruido estruendoso permanente que se escucha a 5 kilometros a la redonda, espantando animales, y generando un temblor permanente en la frágil estructura hidrogeólogica 'milhojas' del Tatio. Se está rompiendo por subsidencia toda la estructura, alterando los frágiles procesos de filtración. El vapor y agua que son expulsados contienen niveles desconocidos de elementos extremadamente nocivos que afectarán sin duda la flora y fauna que depende de los ríos Loa y Atacama, aguas abajo.

Esto mismo ocurrió en Nueva Zelanda, y se había previsto y anunciado... Salvo por la empresa Geotérmica, que tuvo que pedir ayuda a bomberos porque carecía de un plan de contingencia (todavía carece del mismo).

En fin, el desastre es real e irreversible. La empresa a cargo ha desobedecido reiteadamente a indicaciones de COREMA, de gobernación provincial etc...

Los que vivimos en la región sabemos que hay connotados políticos con intereses personales en el desarrollo de ese nefasto proyecto, que insulta la inteligencia y el sentido común.

¿Como es posble que ocurra ésto en un acuífero protegido por varias leyes, naciente, cabecera y parteaguas de una cuenca declarada agotada hace 9 años (Río Loa), y de otra cuenca única por sus características, como la del Río Atacama; en tierras patrimoniales protegidas, atacameñas y en cercanía de vegas y bofedales protegidos oficialmente, también hace años?

Debemos aprovechar de reflexionar sobre el lobby 'científico' de universidades que son financiadas por el sector minero-energético, porque a menudo demuestran carecer de la imparcialidad requerida para analizar estos casos. Personalmente, he visto importantes políticos de la DC, que fueron Ministros de Bienes Nacionales en gobiernos anteriores, perforando con sus empresas en el sector.

El caso del Tatio es un emblema de la crisis que vive el país en su conjunto, en los que cometen acciones ecocidas y potencialmente genocidas, son producto de un contubernio del Estado chileno (ENAP-CODELCO) con una transnacional energética (ENEL).

Todo por unas chauchas que van al bolsillo de políticos venales. Indigna ver como los recursos indígenas y de todos los chilenos son drenados y sobre-explotados por unos pocos, en beneficio propio, y los que trabajan por defender los derechos colectivos de los usuarios de cuenca, en este caso, son amenazados y las justas exigencias, desatendidas.

Retomando los dichos de algún candidato:

Sin duda es una tragedia vivir en Chile, y no es que no queramos ir.

http://www.youtube.com/watch?v=rzaFAfkV0Pw
http://www.youtube.com/watch?v=jM74FLGcBNg&feature=related

Afmo,

Dr. Alonso Barros

Abogado y antropólogo