En una sesión extraordinaria de la Corema realizada el 1 de octubre, distintas autoridades regionales votaron por la medida.
Empresa tiene hasta el 13 de octubre para hacer los descargos respectivos y propone mitigación del daño con medidas tan anémicas como su reputación empresarial. Las comunidades de pueblos originarios, así como el sector turístico, siguen alerta frente a posibilidad de que tras esta fecha, se permita la reanudación de las exploraciones.
Por La Alternativa
Durante una sesión extraordinaria de la Corema llevada a cabo el día de ayer en horas de la mañana, y en la que se reunieron varias autoridades regionales en la que también estaban dirigentes indígenas de la Asociación de Tradiciones y Costumbres Alto El Loa y la Mesa Política (Sabina Cruz, Wilson Segovia y Eric Alvarez) se decidió por unanimidad la suspensión indefinida del proyecto de exploración de la empresa Geotérmica del Norte (GDN) que mantiene en la zona de los Géisers del Tatio, luego de que el pasado 08 de septiembre causara una enorme fumarola de vapor y agua que alcanzó los 60 metros de altura y causara incluso movimientos en la tierra.
Esta medida sin embargo, no se aplica a las acciones que tendrá que realizar la empresa para el control, mitigación y monitoreo del daño. Además, se llevará adelante un proceso sancionatorio que ya fue solicitado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (actualmente en curso) y al cual se sumará ahora el Servicio Agrícola Ganadero, el Sernatur, la Municipalidad de Calama, la Dirección de Aguas y la Conaf.
En el mismo sentido, se acordó exigir a la empresa una serie de medidas en el campo técnico, profesional, metodológico y en los plazos para el control del evento, que serán supervisadas directamente por el Ministerio de Minería y sus órganos técnicos. El punto medioambiental también fue considerado y se propuso solicitar a la Comisión Nacional de Energía que canalice una auditoría internacional independiente a la empresa para conocer el impacto ambiental que está generando esta fuga.
Reparación del daño
Ante la obligación de responder por el irresponsable acto que afectó un lugar sagrado para las culturas originarias y que ostenta de gran interés turístico para el resto del mundo, la empresa expuso a las autoridades y representantes de agrupaciones Lickanantay cuál será el plan de acción –que ya se ha venido ejecutando, pero que no ha tenido éxito- para enfrentar la fuga de vapor. Primero, explicaron, que entre el sábado y domingo se intentará -por tercera vez- ahogar la perforación mediante el bombeo de un caudal de agua.
De no lograrse esta medida, se intentará el sello mediante un bombeo de cemento. Respecto a ello, la desconfianza no se dejo esperar. “No estamos tratando de detener cualquier cosa, estamos hablando de la fuerza de la Tierra”, dijo Sabina Cruz, Presidenta de la Asociación Indígena Lickantatay de Tradiciones y Costumbres Alto El Loa.
Similar preocupación mostró el Director Regional del Sernageomin, Jorge Guerra, quien manifestó que GDN ha demostrado que no maneja el concepto “probablidad de falla” y que no hay certeza de que éstas medidas puedan tener éxito. De no tenerlas, GDN tiene un plan D, y por supuesto más complejo que los anteriores: la reparación del acueducto de dónde se origina la salida de vapor y agua. Esto implica bajar el nivel de la tierra hasta descubrir el punto de fuga, y ahí trabajar con un brazo mecánico que repare el daño y reemplace el cabezal.
Aún no existe claridad respecto a cuánto tiempo tomaría realizar esta última acción, lo que añade más incertidumbres a la acción reparadora de esta empresa y la desconfianza sobre que se cumplan los plazos de ejecución de la medida mitigatoria, lo cual se ha convertido en la principal urgencia de las autoridades.
“ (GDN) es una empresa que ha tenido graves incumplimientos y fallas y que arriesga las máximas sanciones”, mencionó el Intendente Cristian Rodríguez durante una de sus intervenciones.
Preocupación ciudadana
El representante de la empresa en una de las oportunidades expresó su aprensión ante posibles manifestaciones ciudadanas, señalando que estas situaciones eventualmente podrían retrasar el normal curso de las acciones de reparación. La respuesta ante tal victimizante acotación, vino de parte del abogado de San Pedro de Atacama, Manuel Cuadra, quien recalcó que “eso es un hecho y que las comunidades se van a manifestar, y que incluso que ya hay una serie de actividades programada para manifestar el rechazo a esta destrucción, debido a que las personas están muy afectadas y no pueden comprender que esto esté ocurriendo”.
La Municipalidad de Calama, por su parte y mediante un una declaración leída en la sesión también hizo público su rechazo, y negando enfáticamente, entre otros puntos, “a aceptar cualquier tipo de intervención en el sector del Tatio, cuyos resultados generen un impacto negativo al medio ambiente, su biodiversidad, su flora y fauna o su paisaje natural”
Para Sabina Cruz, Presidenta de Tradiciones y Costumbres esto tiene un trasfondo aún mayor y vinculado a una cosmovisión espiritual y ancestral de los elementos de la naturaleza. “Como pueblos originarios el Tatio es un lugar ceremonial, las aguas son venas que riegan nuestros campos desde la cordillera hasta el mar. Por ello creo que ni todo el dinero que la empresa le pague al Estado, pagará el daño hecho a la Tierra y sólo esperamos que esto se cierre de una vez, y que podamos seguir viviendo como pueblos originarios”.
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