Escribe: Ginnetta Villanueva
No se que pasó, o tal vez si se. La vida nos hace crecer y madurar… algún día tenía que pasar…y de pronto cada uno siguió su propio camino, porque así tenía que ser. Así estaba escrito. La semana se hace larga, irónicamente el tiempo se hace corto. Días de 24 horas que parecen de 12, falta tiempo hasta para un suspiro, pero siempre encuentro el segundo exacto para pensar en quienes quiero y recordar, que aunque cerca a veces los siento lejos; que aunque lejos siempre están ahí. ¿Será que me estoy volviendo añosa?¿Hipocondríaca de suspiros?.
Extraño demasiadas cosas, y trato de vivir el momento aprovechando hasta el último hálito de aliento, recordando…Extraño las tardes tirados en la alfombra escuchando vinilos, jugando a encontrar rostros conocidos en el Sargent Pepper, las horas pegados tarareando un par de canciones de los Beatles hablando de Corgan y soñando con Queen. Extraño los antros oscuros, donde no se distingue más que con la certeza de una caricia, la risa contagiosa de aquella dramática dama virginal; las corbatas rojas y la chaqueta de cuero de cierta fémina que si tenía dedos para el piano.
La medievales noches de ensueño, my sweet Little lord, los desfiles de moda con pelucas y solapas ridículamente armónicas, ¡ Qué importa lo que diga la gente!, brincar como malditos changos entre sombreros raros y barbies exóticas; las flores que guardo secas entre los libros que tanto releo, una tarde de verano en el parque exorcizando fantasmas, jurando que algún día me llevarás a conocer el país de los puentes eternos.
Extraño bajar riendo una escalera, de la forma menos ortodoxa conocida; bailar sobre butacas, carretear con 17 pesos. Sentarme en la playa a descifrar el horizonte, esquivar con poemas los proyectiles de los patos yecos. Ver atardecer desde una azotea, susurrando is this the world we created?.
Las serenatas con guitarra en mano de las adolescentes noches de anteaño; la mirada profunda y adormilada, una pared en donde se lee “El día más hermoso es mañana”; el viento en el rostro, la melena despeinada de un par de siameses con Floyd en la cabeza; discusiones en S con el sinsentido de la razón; el rugir de un Nova en mi oído y al principesco personaje que dibuja la bufanda al viento. Comer curry al pollo, chocolates con manjar, uvas con arena; hacer vino blanco con uva; terminar tirados riendo, adivinarnos las caras, “ A day in a life” en la isla; los bailes raros y poco sincrónicos….porque bailamos con los latidos de un mismo corazón.
Las largas conversaciones, como el cabello liso de mi amiga y su dulzona mirada que todo lo soluciona. Las llamadas desde yankilandia con acento cubano, argentino, chileno que va!. Raptarnos un jeep sin rumbo fijo, aprender a girar a la izquierda, A LA IZQUIERDA NO ES DERECHA, amaneceres en cierto depa… desayuno con salteñas. Alguien cantando a Ceratti, aunque nunca cante y a veces lo haga sólo por que sí.
El maquillaje teatral, hacer música con un serrucho, decir que te pareces a George. Que me canten con una peineta, los rizos raros de la vieja …si de ti vieja. La locuras colegiales, las tardes de hacer nada y decirnos todo. Que me cantes algo de Josh Groban, bailando cual personaje de Disney en pleno boulevard. Todas las sonrisas de mi cumpleañero hermano, humanismo de corazón. Una canción bajo el Jacarandá…algunos cuantos poemas del MAL.
Las carreras en el auto rojo, a donde nos lleve el destino socio verdad??. Las calidez de los consejos de larga cabellera lisa, el abrazo sincero, los retos a distancia de la Doña…mande Doña!. Cantar secretos en un baño, reirme de mi sombra en la esquina, buscar la cordura de la demente caricia. La frase “ No necesito amigos”, viste que en el fondo nos necesitamos igual?; las llamadas a media noche, media madrugada, media mañana…correr olas en tu mirada, dormirme con tu voz profunda, pero sin roncar. Los silencios del pintor, al que no se va por las ramas; las voces lejanas de los que ya no están. One love, One live, One ron, traeme un Phil Collins, y donde estoy o no estoy na?.
Encontrarme, buscarme y perderme, de puro ociosa, para rememorar…..Hay tanto que narrar, tanto que escribir…..Extraño no verlos tan seguido como quisiera….haber perdido los números telefónicos….de puro a….na!.....Se que el tiempo apremia, ya veremos como recompensar los segundos perdidos…mientras tanto recuerden, que aunque me duermo tarde y me levanto temprano, no hay una milésima de tiempo en la que no los recuerde….porque han marcado mi vida para bien…porque siempre ahí están.
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