Estimados amigos y amigas de San Pedro de Atacama:
Me preocupa descubrir que durante el último mes, en que he cambiado mis horarios y actividades para recién estar regresando a casa después de las 00 horas, alarmantes escenas de personas de deambular errático, buscando la protección de las esquinas, antes de avanzar una siguiente cuadra, mostrando actitudes de sigilo, desconfianza o quizás búsqueda de protección. De acuerdo a diferentes testimonios y observaciones se relaciona este comportamiento probablemente con la venta de drogas. El segundo día de recital de cantautores en el sector de Vialidad, previo a los fuegos artificiales, casi al final de la presentación del cantautor nacional Douglas, me tocó observar damas jóvenes, caminando protegidas por las sombras y escondrijos del barrio Licancabur, yendo una de ellas descalza de un pié, con señas claras de haber sido asaltada con ejercicio de fuerza.
He recibido ya versiones de más escenas, de mediana a mayor gravedad y la preocupación creciente de que en San Pedro de Atacama se están recibiendo personas en proceso de reinserción laboral, como posible camino hacia su rehabilitación.
Cierto que es un tema loable, procurar la rehabilitación de delincuentes, pero siento que es un tema que debe ser discutido a nivel ciudadano, el sector empresarial, las autoridades locales, en fin someterlo a la reflexión pública y privada.
Sin pruebas tranquilizantes de que una población de reos y procesados resulte inocua para el armónico y necesario desarrollo de una comuna que debe madurar su imagen para estar al nivel de un destino de turismo con exigencias cada vez más altas dentro del mercado internacional del turismo, en el que se hacen esfuerzos concretos por certificar servicios, lograr estándares de calidad generales y específicas, comprometer caminos de mejoramiento del destino del desierto de Atacama (acuerdos de producción limpia, regulación de los diferentes actores de los rubros diversos que arman el quehacer del desarrollo local, etc.), me lleva a elevar mi preocupación a nivel de la comunidad toda.
¿Es acaso una buena, mala o pésima idea el exponer este sensible destino a esta nueva fuente de delincuencia y descontrol?
¿Tuvimos alguna oportunidad de de levantar un debate previo a que se decidiera y aplicara la medida de traer esta población de personas para su reinserción laboral y posible rehabilitación precisamente en SPA, en donde aún son deficientes las medidas de mejoramiento del rubro del turismo y todas sus actividades transversalmente conexas?
¿Quien nos responde por los efectos que pueda estar teniendo dicha medida?
¿Quien compensa al ciudadano del desierto y la comuna por el nuevo clima de inseguridad ciudadana que se genera?
¿Acaso, de nada ha servido la generación de grupos de debate y mejoramiento de los grandes temas, brechas de desarrollo y mejoramiento general de la comuna?
¿Cuántos estudios territoriales deberán ser realizados, cuántos talleres, cuántos programas en balde, de apoyo al emprendimiento local para mejorar la calidad de vida de los habitantes, cuántos subsidios, cuántos millones se ponen en llano riesgo, por apenas un discreto número de medidas que sin mediar participación ciudadana REAL se daña y echa por tierra tantos otros previos esfuerzos?
Admito, que la intencionalidad de este aporte es inicialmente ser debidamente informado de esta situación. Si fuese real y como se deduce de mis líneas, siento que es muy grave. Algo debe hacerse.
Soluciones posibles a debatir:
Socializar a la población, comunidades, organizaciones funcionales, empresariado, servicios, etc. del tema. Reunir a los líderes de dichas organizaciones, coordinar y actuar de acuerdo a los consensos alcanzados.
Solicitar a la autoridad comunal, provincial, regional y nacional, revertir la medida u otra solución intermedia que emane de consenso.
Proponer alternativas de rehabilitación en lugares geográficos en que los riesgos de afección a una comunidad étnico-nacional y cosmopolita centrada fuertemente en el turismo, sean menores.
Acaso no hay en nuestra larga geografía, otros lugares de menor riesgo ciudadano, para primero medir la disposición al trabajo real de los rehabilitandos y en etapas probadas vía asistencia médica siquiátrica y sicológica, luego un trabajo técnico de generar capacidades laborales, etc. se puedan incorporar al trabajo recuperando la dignidad del trabajo, derecho natural de cada ser humano. O mejor hacer las cosas de otra manera. Es mejor venir a destruir un sistema que aún es inmaduro, lleno de brechas de desarrollo y de necesidades de ordenamiento funcional como es SPA.
No resulta un premio a los muchos que buscan y rebuscan las mejores estrategias para levantar las actividades productivas y del turismo local y mejorar así, la calidad de vida.
Algo está muy mal.
Agradezco, me ilustren qué es lo que pasa, y desde ya quedo dispuesto a colaborar en el debate que debe conducirse. Es más que urgente.
Un abrazo, amigos, hagan suyas mis preocupaciones, mejorar la comuna, y el destino del desierto es tarea de todos.
Suyos,
Gonzalo Villouta Stengl
Guía de Turismo
atacamaplanet@lycos.com
cel: 82177010
He recibido ya versiones de más escenas, de mediana a mayor gravedad y la preocupación creciente de que en San Pedro de Atacama se están recibiendo personas en proceso de reinserción laboral, como posible camino hacia su rehabilitación.
Cierto que es un tema loable, procurar la rehabilitación de delincuentes, pero siento que es un tema que debe ser discutido a nivel ciudadano, el sector empresarial, las autoridades locales, en fin someterlo a la reflexión pública y privada.
Sin pruebas tranquilizantes de que una población de reos y procesados resulte inocua para el armónico y necesario desarrollo de una comuna que debe madurar su imagen para estar al nivel de un destino de turismo con exigencias cada vez más altas dentro del mercado internacional del turismo, en el que se hacen esfuerzos concretos por certificar servicios, lograr estándares de calidad generales y específicas, comprometer caminos de mejoramiento del destino del desierto de Atacama (acuerdos de producción limpia, regulación de los diferentes actores de los rubros diversos que arman el quehacer del desarrollo local, etc.), me lleva a elevar mi preocupación a nivel de la comunidad toda.
¿Es acaso una buena, mala o pésima idea el exponer este sensible destino a esta nueva fuente de delincuencia y descontrol?
¿Tuvimos alguna oportunidad de de levantar un debate previo a que se decidiera y aplicara la medida de traer esta población de personas para su reinserción laboral y posible rehabilitación precisamente en SPA, en donde aún son deficientes las medidas de mejoramiento del rubro del turismo y todas sus actividades transversalmente conexas?
¿Quien nos responde por los efectos que pueda estar teniendo dicha medida?
¿Quien compensa al ciudadano del desierto y la comuna por el nuevo clima de inseguridad ciudadana que se genera?
¿Acaso, de nada ha servido la generación de grupos de debate y mejoramiento de los grandes temas, brechas de desarrollo y mejoramiento general de la comuna?
¿Cuántos estudios territoriales deberán ser realizados, cuántos talleres, cuántos programas en balde, de apoyo al emprendimiento local para mejorar la calidad de vida de los habitantes, cuántos subsidios, cuántos millones se ponen en llano riesgo, por apenas un discreto número de medidas que sin mediar participación ciudadana REAL se daña y echa por tierra tantos otros previos esfuerzos?
Admito, que la intencionalidad de este aporte es inicialmente ser debidamente informado de esta situación. Si fuese real y como se deduce de mis líneas, siento que es muy grave. Algo debe hacerse.
Soluciones posibles a debatir:
Socializar a la población, comunidades, organizaciones funcionales, empresariado, servicios, etc. del tema. Reunir a los líderes de dichas organizaciones, coordinar y actuar de acuerdo a los consensos alcanzados.
Solicitar a la autoridad comunal, provincial, regional y nacional, revertir la medida u otra solución intermedia que emane de consenso.
Proponer alternativas de rehabilitación en lugares geográficos en que los riesgos de afección a una comunidad étnico-nacional y cosmopolita centrada fuertemente en el turismo, sean menores.
Acaso no hay en nuestra larga geografía, otros lugares de menor riesgo ciudadano, para primero medir la disposición al trabajo real de los rehabilitandos y en etapas probadas vía asistencia médica siquiátrica y sicológica, luego un trabajo técnico de generar capacidades laborales, etc. se puedan incorporar al trabajo recuperando la dignidad del trabajo, derecho natural de cada ser humano. O mejor hacer las cosas de otra manera. Es mejor venir a destruir un sistema que aún es inmaduro, lleno de brechas de desarrollo y de necesidades de ordenamiento funcional como es SPA.
No resulta un premio a los muchos que buscan y rebuscan las mejores estrategias para levantar las actividades productivas y del turismo local y mejorar así, la calidad de vida.
Algo está muy mal.
Agradezco, me ilustren qué es lo que pasa, y desde ya quedo dispuesto a colaborar en el debate que debe conducirse. Es más que urgente.
Un abrazo, amigos, hagan suyas mis preocupaciones, mejorar la comuna, y el destino del desierto es tarea de todos.
Suyos,
Gonzalo Villouta Stengl
Guía de Turismo
atacamaplanet@lycos.com
cel: 82177010
No hay comentarios:
Publicar un comentario