martes, 21 de julio de 2009

Día de la Pachamama o Pattahoiri

El 1 de agosto es el día en que se le rinde culto a la Madre Tierra, Pachamama, Mama Pacha o Pattahoiri.

El término Pacha, como vocablo de los idiomas de los pueblos andinos, como el qhishwa (quechua) y el aymara, denota la totalidad del tiempo y el espacio universal; expresa y significa la totalidad de la existencia de la vida. Y el término Mama, denota y significa el sentido de ser Madre. En este sentido, se debe comprender la expresión Pachamama como referente a la Madre de toda la existencia vital y universal, expresándose por medio de la Tierra. Es así como la tierra se convierte en el lugar por excelencia del ser, estar y de su acto de dar vida a la Pachamama.

Todo lo que existe es parte de ella. El pasado ha generado el presente, del mismo modo que el presente va formando el futuro. De esta manera, Pachamama unifica el pasado con el presente. De esta forma, contiene en su seno a los seres del pasado y a los seres del futuro, al mismo tiempo que protege y cuida a los seres vivos. El universo contiene el sello vital de la Pachamama, en ella se concentra todo el espacio, todos los seres y todos los tiempos.

Pachamama es la deidad protectora del aire, del agua, de la luz, del fuego, de la vida vegetal, animal y humana, ya sea en las montañas, en los mares, en las pampas o en los montes, por eso, cada 1 de agosto se le rinde culto a nuestra Madre Tierra.

Pachamama para la cultura Andina, es la Diosa Protectora de los bienes materiales y espirituales de este universo, es decir en la propia naturaleza.

La tierra no pertenece al hombre; sino que el hombre pertenece a la tierra. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de esta tierra. El hombre no ha tejido la trama de la vida; él es sólo un hilo. Todo lo que le haga a la trama, se lo hará asimismo.

El Sol y la Tierra se encuentran muy débiles para el 21 de junio (Solsticio de Invierno) y entran en un tiempo de descanso y recuperación este descanso termina el 1° de agosto. El número de días que existen entre el 21 de junio y 1° de agosto, son 40 días, los mismos que necesitan las mujeres para estar perfectamente de salud después de un parto, la tierra también necesita ese número de días para volver a producir sus frutos. Entonces el 1° de agosto la mama Pacha o madre Tierra empieza nuevamente su ciclo de vida y es preciso agradecer su prosperidad.

Según la tradición aymara, durante agosto la Pachamama se encuentra con la boca abierta porque tiene hambre, en esta época se prepara la tierra para el tiempo de cosecha. En la cosmogonía indígena andina, la lluvia es macho y la Pacha es hembra, es por eso que las semillas se empreñan cuando llueve.

Los indígenas, en lo profundo de su espiritualidad, practican la experiencia retribuida por medio de la ritualidad, donde las ofrendas son expresiones simbólicas de contenido real y representan la intención y gratitud de la comunidad.


Culto a la Pachamama, distintas formas de expresarla:


Una forma generalmente consiste en cavar un pocito cuadrado de más o menos de 40 centímetros de lado por 40 de profundidad, en otras regiones se hace uno de forma circular, de 30 de diámetro por 50 de profundidad, donde se depositan pequeñas porciones de comestibles como ofrenda, hojas de coca o koka, frutas u otros frutos de la tierra, hojas de hierbas medicinales y cualquier tipo de bebidas, dentro de un marco de recogimiento, respeto y adoración a la Madre Tierra y al Tata Inti, en el instante que aparezcan los primeros rayos solares.

Los Incas, el 1° de agosto consideraban una de las fiestas de la Madre Tierra o mama Pacha, se empezaba a limpiar los campos para dar inicio a la siembra; esta fiesta se iniciaba con el sacrificio de Llama, Vicuñas, en todas las huacas del territorio Inca. También se empezaba a limpiar las casas y se quemaban resinas olorosas en las cuatro esquinas de las casa y de toda propiedad (campos, etc.). En el medio día, cuando el Sol se encontraba en lo más alto, las personas se abrazaban y se olvidaban todas las ofensas, agravios. Invadía una alegría sin par. La mama Pacha o madre Tierra empezaba nuevamente su ciclo de vida.


En otras comunidades, el 1° de agosto, se celebra la corpachada para la Pachamama, ese dar hospitalidad, ofrecer. La celebración comienza el día anterior con el hilado del hilo zurdo, hilado al revés que le otorga un sentido mágico y propiciatorio. Se junta la basura que será quemada al amanecer para limpiar la tierra. A medianoche se toma té de ruda y se pone el hilo zurdo cruzado en la muñeca derecha y el tobillo izquierdo, pasándolo antes por un ajo.
Durante la mañana se sahuma (ahumar) toda la casa con chacha, copa, incienso, hierba buena, romero, alucema o yerba quemada con azúcar para purificarla. La gran ceremonia se prepara para el mediodía. Para esto anticipadamente se elaboraron comidas para ofrendar a la tierra. Se excava un hoyo en algún lugar de la casa ó en el centro del corral o se destapa el del año anterior. Se forma un círculo alrededor y uno a uno van depositando sus hojas de coca, un poco de ulpada, las comidas y los cigarrillos encendidos son clavados en el borde. Entre las voces que se multiplican alrededor de la corpachada de ofrenda a la Pachamama se escucha: “Pachamama, santa tierra no me comas, todavía soy joven y puedo dejar semilla”, “Pachamama, devuélveme el doble de lo que te doy!”, “Pachamama, santa tierra Kusiya, kusiya! Vicuña cuay, Amá mi naicho, Kusiya, kusiya!”. Antiguo verso quechua-castellano, que se traduce literalmente: “Pachamama, santa tierra ¡Haz que nos vaya bien! Danos vicuñas y no nos las mezquines. Danos fortuna y no nos hagas enfermar. ¡Haz que nos vaya bien!”. Finalmente se tapa el hoyo que encierra tanta esperanza y cada uno regresa a su lucha cotidiana, quedándose tan sólo un momento a celebrar a la Madre Tierra.


La q'uwachada o el saumerio en la que se quema incienso en la braza para la alajpacha (mundo galáctico), el viento lo sube y se lo lleva, después se pone a la misma braza el copal (mineral), que es para la Pachamama, es otra forma de celebración.

Otra ceremonia es la wajt'a, que consiste en quemar mesas llenas de objetos simbólicos, preparadas de acuerdo al pedido que se haga.

La wilancha, se practica principalmente en comunidades aymaras, está ligada con un sacrificio animal.

Lo cierto es que la celebración y la ofrenda a la Pacha no mantiene reglas establecidas, su importancia radica en reactualizar el valor de la tierra y la profunda identidad de los pueblos que anclan su vida en ella.

No son las culturas andinas las únicas que pueden ofrendar a la tierra, todos pueden realizarlo solamente tienen que sentirlo como verdadero, recrear las raíces de la tierra debe ser una opción de vida para todos.

Hay diferentes maneras de homenajearla, como las descritas, lo importante que los que participan de estas ceremonias, hagan un examen de conciencia, estar en armonía consigo mismo, para no bloquear la energía cósmica y espiritual que brinda la Pachamama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante el artículo y me encanta la idea de la página de promover la diversidad como una forma de comunicación entre diferentes culturas, es un enfoque muy interesante...y feliz dia de la pachamama y hagamos lo que sea para cuidarla porque es el hogar donde vivimos, pero está presa de contaminaciones y e todo tipo de males que le provoca el ser humano, todo empieza por la conscientización, en uno mismo.
debora.
sweetchild_sweetchild@hotmail.com