viernes, 3 de agosto de 2007

PERROS Y CANAS

Escribe: Monica Valentina


- ¿Has visto a Jopi?
- Me preguntó un jonkee esta mañana.

¿Jopi?! Pensé. Con ese apodo no creo que me haya perdido nada.
¿Cuán ridículo puede ser Jopi para que le hayan puesto así? y ¿cuán pelotudo para aceptar que así lo sigan llamando?

- ¿Jopi?! ¿y cuál es ese?
- Uno rucio, chascón, re agujón.
Rucio, chascón, re agujón. Otro cuico rebelde arrancando de su pasado, pensé. De esos cuicos que se esfuerzan en ser más pelusones que los lanzas, que hablan el coa y que sus peos son bailables y aplausibles.

- Mmmh… no… no lo conozco.
- Sí, si lo tení que cachar, siempre está en esta esquina.
Ah, es el medio partido, pensé. Son tres las posibilidades: dealer, vagoneta o ambas.
- Anda siempre con el Estuche. ¡Al Estuche sí que lo cachai?!
- ¿Y cuál es ese, por favor?!
- Uno negro, flaco, con cara de pena, que anda siempre macheteando.
Puta los amiguitos! Pensé. Y así dicen que uno es mañosa.

- No, no he tenido el placer de conocerlos.
- No flaca, si es imposible que no cachí al Estuche. Es el machetero trípode.

¿Trípode? Esa palabra me descolocó un poco. O es un pornostar en potencia o tiene cola. Que no tenga cola, que no tenga cola. Talvez no es ni tan chanta. Talvez es el morenazo coqueto que me pidió fuego. Tiene toda la pinta de ser trípode.

- ¿Dices que le falta una pata o que tiene una extra?
No hizo falta que me contestara para darme cuenta que mi pregunta era un poco enferma. Ni siquiera tuve que terminar de decirlo para subir las cejas, entrar los labios y encogerme de hombros. ¿Cuándo aprenderás a callar?? Escuchaba desde adentro.

- Ahí viene Jopi - me dice el jonkee.
Jopi! Claro que lo conocía. Es el perro rucio, chascón, re agujón que se echa en la mejor esquina y toma sol en la plaza, come restos de lomo y pastel de berenjena y es que este sí que sabe dónde pararse.

Tanta es la humanización de estas especies, que tienen sus propios calabozos. Con sus patitas derechas entintadas, impresas junto a su foto de frente y perfil, figuran todos los perros funados en las carpetas de registro de la policía local.

- Tu perro está en cana - me dijeron el otro día.
- ¿Pero cómo? Si la perrera sabe que el Choclo es mío!
- Usté sa'e po' mamita, sin collar, no hay pieda'
- ¡Puto collar! o mas bien, puto no collar! - me fui refunfuñando, mientras caminaba a la peni canina.
- VENGO A BUSCAR AL CHOCLO! - dije severamente al carcelario - USTEDES SABEN QUE EL ES MI PERRO Y QUE SE PORTA BIEN ¿DE QUE SE LE ACUSA?
- Se robó una empanada en el S&S y tuvo la desfachatez de comérsela frente al dueño!
- ¡ESE COLORÍN ES UN SINVERGÜENZA! ESTE FUE SÓLO UN ACTO JUSTICIERO - le dije.
Pero de nada sirvieron mis argumentos para la bajar la pena y tuve que pagar una multa de $ 4.500 para sacar a mi perro bobo, alicaído y con su patita derecha entintada, aclarando que esa empanada se la habían regalado... yo igual le creo...

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